Le rompieron la nariz. El joven fue golpeado junto a un grupo de amigos por policías mendocinos que los amenazaron para que no hicieran la denuncia y los acusaron de resistencia a la autoridad. Tras la golpiza, debió ser llevado a un hospital. El caso salió a la luz a partir del relato que el mismo chico hizo en Facebook. El fin de semana pasado, la Policía de La Plata llevó a cabo un violento ataque contra militantes trans, que incluyó el uso de gas pimienta y amenazas con picanas eléctricas. Claudia Vasquez Haro, presidenta de OTRANS Argentina denunció: “Este hecho no es aislado, sino se inscribe en un paradigma de persecución, hostigamiento, vejaciones, torturas y muertes de compañeras Trans y Travestis desde que asumió la derecha al poder”. La Plata, Mendoza. En ambos territorios gobierna Cambiemos.
La Policía de Mendoza protagonizó otro caso de abuso policial. Esta vez fue contra un grupo de jóvenes a quienes paró cuando iban en su auto. Los policías los hicieron bajar y a uno de los jóvenes lo golpearon de tal forma que terminó en el hospital con la nariz fisurada. El caso salió a la luz a partir de la difusión de un video en el que Abel, el joven golpeado, relata la violencia a la que fue sometido junto a sus amigos.
En el video que circula, Abel cuenta cómo, en la madrugada del último domingo, un móvil policial se cruzó por delante del auto en el que iba con sus amigos, y una camioneta les cerró el paso por atrás. Ellos iban al parque, y los policías los obligaron a bajar. “Le pegaron una piña en el estómago a un amigo mío para que se tirase al suelo, yo me tiré solo y me golpean también, me hacen pegar la cabeza en el asfalto”. El golpe lo dejó con moretones y la nariz fisurada.
El joven comenzó a sangrar y lo llevaron con sus amigos a la comisaría quinta. En el trayecto, cuando uno de los chicos les dijo a los policías que había abuso de autoridad la respuesta fue: “¿Me estás amenazando?”. En la comisaría, Abel paraba la sangre con una camisa engrasada que tenían en su auto, lo único que le proveyeron los efectivos.
“En la comisaría nadie me ayudó, estaba mareado, mientras decían que iba a venir una ambulancia”. Al rato, un móvil sanitario lo llevó al hospital, donde le tomaron placas y le dieron dos puntos. De allí fue llevado a la comisaría sexta. “Me tuvieron 13 horas en el calabozo por resistencia a la autoridad, cuando estuve en el piso, me patearon y había varios apuntando con armas”. Abel consideró que la acusación fue “para tapar lo que hicieron, porque me habían golpeado”.
El joven contó que trabajo en un lavadero y que por la lesiones está sin ir a trabajar, por lo cual no cobra. “Tengo más o menos identificado al que me pegó, y tengo el nombre del oficial de la sexta”. El joven radicó la denuncia y dijo que a sus amigos, cuando él se fue en ambulancia, los amenazaron con no ir a la fiscalía “porque no saben cómo les va a ir”. Los jóvenes salieron de la dependencia policial tras escuchar las palabras del comisario: “Tómenselas a la mierda, porque se les fue la mano”, en alusión al comportamiento de los policías.