Mauricio Macri dijo lo que dijo sobre Roberto Baradel desde el Congreso porque cumplió con el mandato de su asesor ecuatoriano. El gobierno primero monta la operación de inteligencia que consiste en amenazar al dirigente sindical y a su familia; luego, la cara visible de la banda fascista que se llama Cambiemos provoca. Duran Barba dixit, pues el ecuatoriano que debe hasta dormir con Macri cumple al pie de la letra lo que aprendió en los entrenamientos de la CIA: crear un escenario de violencia encubierta, intimidación y deslegitimación de su “enemigo” – TN desempeñó el miércoles su papel en el montaje con las preguntas ofensivas a Badarel-, para polarizar y aislar a los reclamos sindicales respecto del conjunto de la sociedad. Pero en esta Argentina, ese juego es especialmente macabro y a la vez peligroso para quienes lo engendraron: ¿y si un “suelto” en la guerra de servicios que vive el país hace tiempo – Jaime Stiuso, César Milani y Gustavo Arribas, la misma porquería – cumple con las amenazas que el gobierno nacional montó contra Baradel?. Todo se “pudriría” quizá, y en entonces Macri debería terminar entre rejas. Quienes pretendieron ironizar afirmando que el gobierno de Cambiemos es “errorsimo de Estado” sí cometieron un error, pues lo de Macri es “neoterrorismo de Estado” blando, hasta que necesite endurecerse con la violencia de las balas. Así es cómo lo argentinos vivimos en peligro.
Mientras la ley neoliberal federal de Educación siga vigente, los docentes serán maltratados y la escuela pública seguirá en peligro de extinción, los dos objetivos centrales del fascismo de Cambiemos, que juega todo a favor de las empresas privadas. El Estado Nacional debe recuperar sus responsabilidad sobre el sistema educativo, que el inalterado neoliberalismo en la materia dinamitó para descentralizarla en provincia por provincia, uno de los programas más perversos de desintegración des Estado democrático.
Justamente en ese sentido se expresaba el miércoles último, tras manifestar su solidaridad con Baradel, Jorge Adaro, secretario general de otro de los sindicatos docentes que impulsan la protesta de maestros y profesores. También reclamó que la CGT cumpla con el paro nacional y se impulse un plan de lucha.
Este viernes, el editor de AgePeBA, Fernando López, escribe en el diario Contexto las siguientes apreciaciones.
El gremialista Roberto Baradel ya recibió cuatro amenazas de muerte en un año, la última tras el discurso de Mauricio Macri en el Congreso. Sin paritaria nacional docente, con aumentos miserables en las provincias y recorte de fondos, la educación pública vuelve a estar en riesgo.
El hostigamiento a los docentes que luchan por un salario digno y en defensa de la educación pública tomó ayer un nuevo impulso de la mano del presidente Mauricio Macri. Durante su discurso en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, señaló al titular del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, minimizando las amenazas de muerte contra él y su familia.
“No creo que Baradel necesite a nadie que lo cuide”, dijo el mandatario, y poco después el dirigente gremial recibía en su correo electrónico un nuevo mensaje intimidatorio, el cuarto desde que asumió Cambiemos.
“¿Sabés dónde están tus hijos en este momento? Nosotros sí, desde tu hija más chiquita, a los 3 mayores, incluso tu nieto también, los tenemos vigilados. No sé si te quedó claro ya que nadie te va a cuidar, hacé las denuncias que quieras, ¿Te pensás que alguien te va a escuchar? Podemos hacer lo que queramos con tu familia que no va a pasar nada, nadie te va a creer, nadie te va a defender, vas a servir de ejemplo para todos los que son como vos y nadie nos va a hacer responsable. Controlamos la justicia, los medios, la opinión pública, vos no sos nada. Da marcha atrás con el paro o antes del lunes uno de tus hijos aparece muerto. Pensá bien si querés recordar esta etapa de tu vida como la vez que cambiaste la vida de un hijo por una paritaria, aun estas a tiempo.”
Baradel se encontró con este texto mientras radicaba una denuncia penal contra Macri en los tribunales federales de Comodoro Py por incumplir sus deberes de funcionario público e interferir en la investigación de las amenazas anteriores.
Para el dirigente, los dichos de Macri ante la Asamblea Legislativa fueron “como una amenaza velada y una declaración de zona liberada”, y lo responsabilizó “por cualquier cosa que le pueda pasar a mi familia”.
“Jamás vivimos en democracia una situación como la que estamos viviendo con este Gobierno. Macri estaría mucho más cómodo en una dictadura”, sostuvo, y le recordó al presidente que “esto no es una guerra, es una paritaria”.
El conflicto con los docentes comenzó cuando el Gobierno, violando la Ley de Financiamiento Educativo, se negó a convocar a la paritaria nacional y dejó las negociaciones salariales únicamente en manos de las provincias, no sin antes imponerles un techo del 18% de aumento.
La secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Sonia Alesso, explicó a Contexto que el pedido de paritaria lo venían reiterando desde fines del año pasado, pero “no hubo ningún tipo de respuesta” por parte del ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, ni de su par de Trabajo, Jorge Triaca.
“En 2016 hubo paritaria nacional, se duplicó el incentivo docente, se estableció el fondo compensador de desigualdades salariales y las clases comenzaron normalmente. Ahora incumplen la ley con un cinismo notable, ninguna jurisdicción sabe cuánto va a ser el incentivo, las siete provincias del fondo compensador (Misiones, Corrientes, Jujuy, Formosa, San Juan, Santiago del Estero y La Rioja) reciben menos dinero y las negociaciones no se mueven: es el 18% en cuotas o nada. Y no sólo se trata del salario, la falta de paritaria nacional también impacta negativamente en lo que tiene que ver con infraestructura, becas escolares y programas como el Conectar Igualdad y Educación Sexual Integral. Están armando un cóctel peligroso sin antecedentes desde la vuelta de la democracia”, advirtió la gremialista.
La gobernadora María Eugenia Vidal intentó justificar ayer ante la Asamblea Legislativa de la provincia de Buenos Aires la decisión del Gobierno nacional. Dijo que a los docentes les pagará lo que pueda y atribuyó el paro de 48 horas al inicio de las clases a una “intencionalidad política” de los dirigentes sindicales.
Se trata de la misma mandataria que el martes, mientras sus ministros se reunían con los maestros y no les hacían ninguna propuesta superadora, confirmaba el llamado a los 60 mil “voluntarios” que se “ofrecieron” a dar clases durante el paro. Así le daba respaldo a la campaña sucia del rompehuelgas Mariano Bronenberg, un ex espía de la dictadura que hoy opera al servicio del PRO.
“Lo de Vidal es una maniobra distractiva para no plantear que hay una decisión política de fondo, la de volver a los noventa, cuando el menemismo transfirió las escuelas a las provincias sin financiamiento”, sostuvo Alesso.
“Uno de los reclamos de la Carpa Blanca –continuó– era la Ley de Financiamiento Educativo, que recién conseguimos en 2005. Gracias a eso, los salarios mejoraron en todo el país y también mejoraron los fondos para infraestructura, libros, orquestas escolares, becas. Es decir, se estableció un Estado nacional co-garante del financiamiento educativo junto con las provincias. Hoy, claramente, Cambiemos quiere correr al Estado nacional de esa responsabilidad”.
Tras solidarizarse con Baradel y exigir el esclarecimiento de las amenazas de muerte contra su familia, Alesso consideró que “las agresiones permanentes” que sufren los docentes no hacen más que “fortalecer la lucha”.
Desde la CTERA esperan “una adhesión muy alta” al paro nacional del 6 y 7 de marzo, así como “una gran movilización”, porque “no puede ser que para algunos sectores del poder concentrado haya plata y para los docentes y la educación pública nada”.
“Un aumento del 35% al básico para todos los maestros argentinos es mucho menos que lo que el Gobierno pensaba perdonarle al Grupo Macri por el Correo Argentino”, graficó la dirigente al hacer alusión a la multimillonaria deuda de la familia presidencial con el Estado.
En tanto, el diario Página 12 daba cuenta de que “el gobierno nacional tiene ‘un plan sistemático’ contra la escuela pública, denunció el dirigente gremial Roberto Baradel, amenazado de muerte en el marco de la negociación paritaria de este año. En diálogo con PáginaI12, el titular del principal sindicato docente de la provincia de Buenos Aires trazó una línea entre las amenazas que recibieron él y su familia, las palabras del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa relativizando esas intimidaciones, la decisión del gobierno nacional de suprimir de facto la paritaria nacional docente, los recortes en las áreas pedagógicas del ministerio de Educación nacional, la campaña del gobierno bonaerense de convocar a voluntarios que suplan a los docentes que adhieran al paro anunciado para la semana que viene y la decisión de varias provincias de descontar los días de huelga, entre otras medidas articuladas desde la Casa Rosada, y apuntaladas por los medios afines, para poner en jaque al sistema educativo nacional.
“No son decisiones aisladas. Hay un plan sistemático para deslegitimar la docencia y desprestigiar la educación pública. Urdieron una estrategia que quiere poner la política partidaria por arriba del justo reclamo y de las necesidades que tiene la escuela”, señaló Baradel, que a lo largo de su carrera ha protagonizado cruentos conflictos gremiales contra gobiernos de distintas vertientes políticas. “Otras luchas fueron muy ásperas y de fuerte confrontación pero siempre transitaron por el andarivel de la política. Este gobierno intenta convertir la paritaria en una guerra”, agregó el sindicalista, para el que “el punto máximo de violencia” fueron las palabras del presidente Macri diciendo por cadena nacional que “Baradel no necesita que lo cuiden” mientras su familia está bajo custodia por las amenazas recibidas. Ayer, el escriba de los discursos macristas y profesor de “entusiasmo” del gobierno nacional, Alejandro Rozitchner, puso en duda esas amenazas: “La persona que mencionó (en alusión a Baradel) tiene un aspecto amenazante que permite suponer que no es muy frágil ni muy débil. Darle más vueltas a esa mención es buscar problemas donde no los hay”, afirmó Rozitchner, quien sugirió que el sindicalista podría estar mintiendo “por el grupo al que pertenece, porque tiene una capacidad de mentir muy grande”.
“Hay una pérdida de la calidad democrática”, le dijo a este diario Baradel, que nunca había recibido amenazas antes de que el PRO asumiera los gobiernos de la Nación y de la provincia de Buenos Aires. Desde entonces, se acumularon, en febrero y agosto del año pasado y, con más fuerzas, este año. Fueron siete mails con intimidaciones que apuntaban a su vida y la de sus hijos y su nieta, el primero el 2 de febrero pasado y el último ayer mismo. El más fuerte de todos lo recibió hace 48 horas, poco después de que Macri lo mencionara con nombre y apellido en la apertura de sesiones legislativas: “No sé si te quedó claro ya que nadie te va a cuidar”, dice el mensaje, enviado desde una dirección de correo electrónico anónima. Luego agrega: “Pensá bien si querés recordar esta etapa de tu vida como la vez que cambiaste la vida de un hijo por una paritaria, aún estás a tiempo.”
Estas amenazas no constituyen elementos aislados sino que se trata de acciones que atentan contra los derechos humanos del dirigente gremial amenazado y de todos sus representados, sostiene el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que se presentó como amicus curiae en la denuncia penal que inició Baradel. “Todo parece estar vinculado a reclamos sindicales. El hostigamiento contra Baradel no es nuevo sino que ya hubo episodios el año pasado, en febrero y agosto, casualmente cuando se discute la paritaria”, explicó Diego Morales, director de Litigios de esa organización. “Las amenazas a referentes gremiales son una forma más de acotar la protesta social y el reclamo sindical”, agregó Morales.
Para el CELS, si bien “no hay tantos antecedentes en la Argentina” de episodios de amenazas a dirigentes gremiales dirigidos a condicionar las el ejercicio de la representación sindical, “el sistema interamericano de Derechos Humanos ha trabajado en casos similares en países como Colombia, Perú y Guatemala, en los que se determinó que las amenazas tuvieron como finalidad limitar las condiciones de trabajo de los representantes sindicales”. Además, Morales señaló con preocupación la intervención pública presidencial sobre el tema. “Hay que ver si estos comentarios tienen algún tipo de incidencia en la investigación judicial –observó–. El Presidente bajo ningún punto de vista puede interferir en el proceso”.
Los ataques contra Baradel fueron el último paso de una serie de situaciones inéditas respecto al sistema educativo nacional que se vivieron en las últimas semanas. Antes, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, había decidido saltearse la paritaria nacional docente, establecida por ley desde hace una década para establecer un piso común en los aumentos salariales en todo el país, que luego se discuten provincia por provincia. En el mismo sentido fue la decisión de cerrar las doce direcciones dependientes de ese área que coordinaban con todos los distritos la aplicación de herramientas pedagógicas en común, que se dio a conocer sorpresivamente a comienzos del mes pasado.
También pueden encuadrarse en idéntica lógica las fortísimas medidas tomadas por las provincias para evitar o castigar las medidas de fuerza de docentes, desde la convocatoria a 60 mil voluntarios que reemplacen a los docentes de paro de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal hasta la decisión de descontar el salario de los días de huelga a quienes adhieran a la protesta. “Quieren disciplinar a los trabajadores y por eso hay ataques tan furibundos contra los gremios y los dirigentes sindicales que actuamos conforme a lo que decimos –analizó Baradel–. Si consiguen quebrarnos a nosotros van a usarnos de ejemplo para que todos los otros trabajadores del país vean que no se puede luchar contra ellos”.
Según el dirigente, este “plan sistemático” tiene como objetivo último “provocar una fuerte crisis en la educación y luego un consenso en la sociedad de que entonces hay que cambiarla”, como sucedió con la privatización de empresas a comienzos de los 90’s. Como entonces, detrás de esos que procura el gobierno está el objetivo de “hacer grandes negocios con los fondos del Estado” destinados a la educación, de la mano de grandes empresas multinacionales como Pearson, encargada de realizar los test PISA. “En el fondo lo que buscan es construir una escuela que discipline socialmente, que genere mano de obra barata y que eduque para la resignación –resumió Baradel–. Nosotros queremos una escuela pública que forme sujetos de derecho y ciudadanos críticos con el conocimiento necesario para superarse individualmente y contribuir a una sociedad más democrática y mas justa.”
En línea con la actitud del Gobierno se encuadra el tratamiento del tema que realizó el Grupo Clarín, donde en una entrevista que le realizaron en la señal TN pusieron en duda que Baradel fuera docente. “No estoy dispuesto a soportar la descalificación y deslegitimación”, respondió el sindicalista al retirarse del estudio tras la pregunta de Nicolás Wiñazki. Ayer compañeros suyos difundieron fotos que prueban su formación como educador.
En otro artículo, de la colega Nora Veiras, el mismo Página 12 consignaba: “Hay que cuidar a los docentes”, “Baradel no necesita que nadie lo cuide”. Las dos afirmaciones salieron de boca del presidente Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa. La segunda fue coronada por una sonrisa socarrona, canchera. El ex titular de Boca sintió que había convertido un golazo. Parecía regodearse en la contundencia física del secretario general del Suteba, Roberto “Roby” Baradel, y así banalizar su amenaza. La claque respondió a la supuesta ocurrencia fuera de libreto.
Macri que al igual que su troupe de Cambiemos hace un culto de invocar a todos por su nombre de pila se refirió al dirigente sindical por su apellido. El patrón mantuvo la distancia. Años de couching le permitieron no apelar al “Retirate” con el que se había alejado de la nena que usó para lanzar su primera campaña electoral en una villa de emergencia porteña.
La familia de Baradel está desde hace semanas con custodia por orden judicial. El Poder Ejecutivo actúa como auxiliar de Justicia, está llamado a cumplir la orden de un juez a través del Ministerio de Seguridad. Con su desdén el jefe del Ejecutivo transformó la protección en riesgo.
“Pensá bien si querés recordar esta etapa de tu vida como la vez que cambiaste la vida de un hijo por una paritaria, aún estás a tiempo” fue la renovada intimidación que recibió el titular de Suteba apenas terminó de hablar Macri. El garante de la protección de todos los ciudadanos mutó en el habilitador de la violencia.
La operación para desacreditar al gremialista estaba en marcha y se consumaría horas después en los estudios de TN. El silogismo de cuidar a los maestros y no a Baradel sólo cierra si Baradel no lo es.
–¿La gente pregunta si es docente? –inquirió con impostada candidez el periodista.
Baradel explicó en detalle su paso como preceptor, su grado en Formación Docente y su diploma en Derecho pero se puso de pié, molesto por la sospecha que estaban instalando. Rompió con la regla de sumisión a las buenas costumbres de la tele y el gesto lo convirtió, de inmediato, en “furioso” para los zócalos y titulares de la prensa dominante. Un mes antes un editorial de La Nación –“La educación, en jaque”– lo había definido como un “agitador”.
¿Si mentía sobre su formación cómo no iba a mentir sobre las amenazas que venía sufriendo? El escriba presidencial Alejandro Rozitchner sinceró la jugada en diálogo con Milenium: “Sospecho mucho de esas amenazas. Conociendo el paño del grupo al que pertenece, tiene una capacidad de mentir tan grande, que me permito sospechar”.
La táctica no es nueva: se trata de demonizar, descalificar, sembrar sospechas sobre todo aquel que reclama por sus derechos dentro del estado de derecho. Baradel es el titular de uno de cinco sindicatos integrantes del Frente Gremial Bonaerense que pugna por la convocatoria a la paritaria nacional. La diversidad ideológica de ese frente es una prueba de que la coincidencia en el plan de lucha no responde a cuestiones partidarias, sí políticas.
La paritaria nacional para fijar un piso salarial unificado y discutir condiciones laborales y pedagógicas es un reclamo histórico que se concretó en febrero del 2006 con la promulgación de la Ley de Financiamiento Educativo. La educación de calidad para tod@s es una frase vacía sino se garantizan condiciones salariales, pedagógicas y laborales semejantes en todo el país. Hasta principios del año pasado, el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, reivindicaba el instrumento para avanzar en el diálogo. Durante el transcurso del año fue anticipando sus reparos y ya asumido como gerente de recursos humanos desconoció ayer la convocatoria a paritaria porque la Nación no tiene docentes.
En el contexto de resignificación de las palabras de Cambiemos, el Presidente postuló “Una revolución educativa en todo el país”. En un país desmembrado, donde el Ministerio de Educación no convoca al diálogo a los integrantes de la comunidad educativa ¿cómo se construye el “todo”? ¿Qué querrá decir “revolución” para Cambiemos? Ojalá no sufra la misma tergiversación que “cuidar”.