Sepúlveda Allende envió una carta a las autoridades de Noruega, donde critica al Instituto Nobel y la Universidad de Oslo, que invitaron al exsecretario de Estado de EE.UU. a la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz al colombiano Juan Manuel Santos.
Tras la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, celebrada este fin de semana en Oslo (Noruega), Pablo Sepúlveda Allende, nieto del expresidente de Chile Salvador Allende, pidió la detención de Henry Kissinger por su participación en el golpe encabezado por Augusto Pinochet en Chile, el 1 de septiembre de 1973.
Lo hizo a través de una carta publicada por el diario Aftenposten, bajo el título “Querida Noruega, arresta a Henry Kissinger, el hombre que planeó el golpe de Estado en el que mi abuelo fue asesinado”.
Allí Sepúlveda Allende se muestra “conmocionado” por el “homenaje” al exsecretario de Estado, que consideró una “ofensa”.
“¿Sería muy ingenuo pedirle al gobierno noruego, que pretende presentarse como garante de la paz y los derechos humanos, que detenga a un criminal de guerra, con probadas responsabilidades sobre múltiples genocidios, golpes militares, torturas y asesinatos?”, dijo en la misiva y agregó: “La historia no lo absolverá, por más Premios Nobel que tenga”
En este marco, preguntó al Instituto Nobel si nadie en esta institución tiene “el valor y la moral suficientes” para retirarle a Kissinger el Nobel que se le otorgó en 1973 por el acuerdo de paz en Vietnam y reparar una “injusticia histórica” en vez de homenajearlo con un acto que es “una vergüenza histórica”.
El nieto del expresidente chileno resaltó que está “bien documentada” la participación de Kissinger en “el sangriento golpe militar y la dictadura brutal” de Pinochet, que afectaron “a millones de chilenos durante décadas”.
“No sólo los muchos miles que fueron desaparecidos, torturados y asesinados, sino también cientos de miles que fueron exiliados de su tierra. A lo largo de América del Sur, Kissinger organizó junto con la CIA y militares locales, campañas de terror y muerte contra políticos, militantes, indígenas, obreros, campesinos, sindicalistas de izquierda y muchos otros y otras que lucharon contra los intereses de los Estados Unidos por controlar la región que tiene la mayor concentración de recursos naturales en el mundo”, explicó en la carta.