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Por Javier Martínez Zuviria / Todo comenzó en el año 1938 cuando un grupo de integrantes de la asociación cultural “Bases”, de La Plata, solicitaron al Senado Provincial la creación de un día que homenajeara las tradiciones gauchas. La fecha debía coincidir con el nacimiento de José Hernández, creador del Martín Fierro. Se pedía también que el lugar de peregrinación fuera el Museo Gaucho Ricardo Güiraldes, de San Antonio de Areco, extendiendo así el homenaje al creador de Don Segundo Sombra.
Al año siguiente las dos cámaras del Congreso provincial aprobaron la solicitud e instituyeron el día 10 de noviembre Día de la Tradición. La institución fue ampliada a todo el país por el Ley del Congreso Nacional en 1975, que también declaró a la ciudad de San Martín -el pago del poeta José Hernández- Ciudad de la Tradición. Desde 1939 el país conmemora este día con una fiesta en San Antonio de Areco, con la excepción de la que se hizo en 1940 en la ciudad de La Plata.
La relación de los pagos de Areco con la tradición gauchesca tiene que ver con la figura de Don Segundo Sombra, el principal personaje de esta novela que publicó Ricardo Güiraldes en el año 1926. Se cree que la figura de este gaucho está inspirada en una persona real, de apellido Ramírez, que era un resero que trabajaba en “La Porteña”, una de las estancias de la familia del autor. La novela está escrita en primera persona por Fabio, quien emprende junto a su padrino Don Segundo un viaje por la Pampa argentina, en el que irá superando distintas vicisitudes y aprendiendo la vida ruda del hombre de campo. Todo esto lo irá convirtiendo en hombre mientras va absorbiendo la sabiduría campera de su mentor.
Además de la estancia “La Porteña”, aparece en el libro la Pulpería “La Blanqueada”, de Areco, que desde 1999 es Monumento Nacional, junto al Parque Criollo Ricardo Güiraldes y Museo Gauchesco de la Provincia de Buenos Aires, el Puente Viejo, la Iglesia Parroquial de San Antonio de Padua, la casa de la Intendencia Municipal y el casco de la estancia de Güiraldes. El interior de “La Blanqueada” se conserva con las rejas que el pulpero tenía como prevención de algún forastero “mal llevao”, y se han puesto muñecos de cera vestidos de gauchos con su chiripá y sus botas de potro, que juegan a las cartas en una mesa mientras el pulpero los mira.
San Antonio de Areco es ciudad histórica, desde siempre muy ligada a las tradiciones. Nació a principios del siglo XVIII en torno a una capilla que los pobladores construyeron en honor a San Antonio de Padua, para que los protegiera de los malones indígenas. Cuando se terminó su construcción, en 1730, la capilla pasó a ser la Parroquia del Pago de Areco, y se toma como fecha de fundación del pueblo el 23 de octubre de ese año.
Más allá del personaje de Güiraldes, todo respira a campo y tradiciones en esta ciudad ubicada sobre la ruta 8, a 113 kilómetros de Buenos Aires. Sus calles anchas, sus esquinas sin ochavas, sus antiguas casonas y pulperías, la parroquia, la plaza principal, su viejo puente sobre el río que fue construido en 1857, las estancias de los alrededores. Areco es también cuna de artesanos y plateros, con una importante producción de cuchillos, mates, ropa para el gaucho y prendas para el caballo. Hay varios museos, pulperías, y en general toda su infraestructura turística está inclinada hacia esta riqueza histórica y cultural, que es justamente bien aprovechada cuando llega el Día de la Tradición.
Desde una semana antes empieza a ponerse en práctica una serie de acontecimientos que tienen que ver con la cultura y las artesanías: exposiciones de pintura, tejidos, platería, trenzado, trabajos en soga, carpintería colonial, herrería y cerámica, y también charlas, conciertos y diversos encuentros sociales. A medida que se acerca la fecha, van llegando paisanos de distintos lugares luciendo sus mejores pilchas, preparándose para lo que va a suceder en el Parque Criollo, donde tendrán lugar las cuadreras y corridas de sortijas, el asado, y a la tardecita los fogones con música y bailes autóctonos.
Todo culminará con un gran desfile, el domingo 11 de noviembre, en el que los gauchos irán cabalgando hacia el Parque Criollo por las calles de la ciudad, llevando la bandera, y en el que también participarán cuerpos de baile y carruajes.