Así se expresó al abrir un emotivo homenaje a cuatro años del fallecimiento del ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías. A pocos días de cumplirse un nuevo aniversario de su deceso, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social conjuntamente con la Embajada de Venezuela, la Cátedra Libre por una Comunicación para la Emancipación de América Latina y el Comité Argentino de Solidaridad con Venezuela organizaron una charla en homenaje al líder de la revolución bolivariana.
Bajo el título “Liderazgos populares y proyectos nacionales en América Latina”, el encuentro contó con la presencia del embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Argentina, Carlos Eduardo Martínez Mendoza; la destacada periodista especializada en política internacional, Stella Calloni; y la decana de Periodismo, Florencia Saintout.
Antes de comenzar con las disertaciones se entonaron las estrofas de los himnos nacionales de ambas naciones y se proyectó un vídeo con un fragmento del discurso que brindó Chávez en esta casa de estudios cuando recibió el Premio Rodolfo Walsh. Además, la Facultad realizó un repudio institucional a las agresiones que recibió la canciller venezolana Delcy Rodríguez en Buenos Aires y el intento de expulsión de Venezuela de la nómina de países que integran el Mercosur, impulsado por los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay.
“El principal legado de Chávez fue haber recuperado la historia a través de una política de la memoria que no es la memoria folklórica o de los museos, sino la historia de las luchas de nuestra región”, afirmó la decana Florencia Saintout, quien dio la bienvenida y agradeció la presencia de los expositores.
Saintout destacó también que la política del mandatario bolivariano permitió “recuperar la política, cosa que tuvo que ver con la posibilidad de recuperar la imaginación y el pensamiento para redistribuir las riquezas materiales y también simbólicas”. “Y uno de los legados más importantes fue la recuperación del lenguaje, recuperar una lengua del pueblo, la lengua que el pueblo podía hablar”, añadió.
En este sentido, expresó: “Qué impresionante que alguien que recupera la palabra de nuestros pueblos y que lo hace con una profunda vocación latinoamericana haya tenido como principales opositores a los medios de comunicación, que son mucho más que medios: son un sistema de medios concentrados que se consolidó desde el terror, que actúa como uno de los brazos del capital financiero especulativo y de aquellos que creen que el mundo es para unos pocos y lo demás es basura”.
También resaltó la construcción de la señal TeleSur, a la que enmarcó en “la inmensa tarea de construir un Estado popular y desde allí pensar una política comunicacional para que nosotros podamos hablarnos y pensarnos a nosotros mismos”.
“El gobierno de la derecha que tiene presos políticos, que persigue a militantes políticos, que destruye miles de puestos de trabajo, es el mismo que durante años sostuvo a los medios de comunicación que en argentina y en toda la región golpearon a Hugo Chávez”, dijo Saintout, y concluyó con la frase de una canción del artista popular venezolano Alí Primera: “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos, y a partir de este momento es prohibido llorarlos”.
“Quiero expresar las más profundas gracias en nombre del pueblo venezolano y el gobierno bolivariano y quiero celebrar que estas conmemoraciones a Chávez siempre estén rodeadas de juventud”, expresó Carlos Eduardo Martínez Mendoza frente a una colmada aula Anfiteatrada Rodolfo Walsh.
“Chávez es una expresión muy clara de lo que somos nosotros”, afirmó, y agregó: “Tenemos que entender que aquí no hubo un mago que sopló en los 90’ o en Barinas en 1954 y eso hizo aparecer a Chávez, porque somos consecuencia de unos procesos y somos la causa de procesos futuros”.
También consideró que “su mayor virtud fue haber buscado y entendido cuáles fueron sus orígenes en un contexto cultural y geográfico que es la América Latina, porque el comandante fue eso: la expresión de este proceso histórico latinoamericano y caribeño”. En este sentido, añadió que “en su entorno empezó a irradiar y a enseñaros que ese ADN esta en cada uno de nosotros, que forma parte de nuestro propio ser; y ese descubrimiento lo llevó a tratar de ubicar el centro de la dignidad de su pueblo. Pero seguramente se topo con que ese centro de la dignidad del pueblo venezolano no está lejos del dentro de la dignidad del resto de los pueblos de América Latina”.
Por otro lado, Martínez Mendoza recordó cómo fue que el líder de la revolución bolivariana conoció a Néstor Kirchner. “Una noche llegó el presidente Duhalde a Caracas entre gallos y medianoche y se reunió con Chávez. Cuando se fue, el comandante se acercó a mí con un papelito que tenía escritos tres nombres y comenzó a preguntarme por ellos. Cuando llegó al tercer nombre le contesté: ‘A ese no lo conocen ni en su casa’. Y ese era Néstor Kirchner”, contó.
El embajador se refirió también a la líder de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala. Consideró que su detención “tiene que ver con los elementos de originalidad que incorporamos en nuestros proyectos populares, entre ellos la inclusión de los pueblos originarios” y afirmó que hay “un constante ataque a los elementos simbólicos y a la identidad que nutrieron nuestros procesos”.
“Tomemos el legado de Chávez y el de Néstor y trabajemos sobre ellos teniendo presente que es necesario construir la emancipación plena de la Patria Grande”, concluyó.
Por su parte, y luego de la proyección del vídeo, Stella Calloni manifestó que “en este momento, escuchando la fuerza de su discurso podemos medir la fuerza que hemos perdido”.
“El gran robo y el gran saqueo que hicieron en Venezuela fue impresionante, y Chávez parece emergen en el país más calladito frente al neoliberalismo, porque todo ese pueblo sufriente no hablaba, no decía. Y esa aparición sorprendió a Washington”, afirmó la periodista, y añadió que “él fue la respuesta más acertada a las luchas populares que surgieron en Venezuela”.
“El rescate de la historia y la identidad nuestra comienza con la construcción del pensamiento contrahegemónico instaurado por Chávez frente a la injerencia de Estados Unidos en nuestra región”, afirmó Calloni y destacó que “esa fuerza que tenía nace de la audacia revolucionaria, que te da la percepción de que está en una causa justa”.
También resaltó que “él decidía, no pensaba” y dijo que “nos enseñó que no se puede estar dando vueltas tanto tiempo; cuando uno piensa algo tiene que accionar, y eso lo aprendió porque tenía un enemigo muy poderoso”.
“Entendió desde el principio que si no recuperamos nuestra independencia de manera definitiva no íbamos a tener libertad, si nosotros no nos unimos con todas las riquezas de este continente vamos a ser colonia; también entendió muy bien lo que era el contacto con su pueblo: era un contacto tan real, tan sincero que nadie dudaba que él era su pueblo”, analizó.
“Fue su inteligencia natural y su conocimiento profundo de la realidad lo que lo llevó a construir ese sueño bolivariano de la integración, el que lo llevó a realizar aquel levantamiento cívico militar que fue como decirle a las víctimas de 1989 ‘no están solos, los militares no vamos a disparar contra nuestro pueblo nunca más’”, agregó.
“Tenemos que frenar el golpe, porque si cae Venezuela cae todo lo que se construyó estos años; luchando por ellos estamos luchando por nosotros mismos”, manifestó Calloni, y concluyó: “Desde hoy en adelante, recordar y homenajear a Chávez será luchar, luchar y luchar”.
Durante el acto, la decana de la Facultad le entregó al embajador venezolano un retrato de Hugo Chávez realizado por el artista Ezequiel Herrera, egresado de esta casa de estudios. Además, el presidente del Centro de Estudiantes que conduce la Agrupación Rodolfo Walsh le entregó una serie de fotos que recuerdan la visita de Chávez a esta unidad académica y una edición del libro “Presidentes Latinoamericanos” de la editorial de la facultad.