La defensa de la presidenta destituida presentó nuevos documentos que prueban un millonario soborno transferido a la cuenta personal del actual mandatario y a la de su partido, en el marco de la campaña electoral de 2014.
Tras exponer pruebas al Tribunal Supremo Electoral, Dilma Rousseff consideró que el actual presidente brasileño, el golpista Michel Temer, debería ser removido por aceptar sobornos.
Los abogados de la mandataria destituida demostraron que la constructora Andrade Gutiérrez transfirió un millón de reales (295.351 dólares) directamente al fondo de campaña general del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Además, presentaron copia de un cheque de 1 millón de reales del 10 de julio de 2014, que el fondo de campaña del partido depositó en la cuenta personal de campaña de Temer.
La corte electoral brasileña lleva adelante una investigación para determinar si la campaña de reelección de Rousseff en 2014 fue financiada con fondos ilegales recibidos de Otavio Azevedo, director de la firma constructora Andrade Gutiérrez.
Como parte de un acuerdo con ese tribunal, Azevedo confesó haber dado un millón de reales a la campaña electoral de la ex presidenta en concepto de soborno. Sin embargo, los nuevos documentos aportados por Rousseff ponen de relieve que Azevedo mintió y que Temer fue quien obtuvo el dinero.
Rousseff fue destituida el 31 de agosto pasado por Senado brasileño, tras un largo juicio político por supuesta manipulación de las cuentas públicas. Eso le permitió a Temer usurpar el cargo y convertirse en presidente.