El estadio de Deportivo Laferrere, entidad que actúa en Primera C, fue suspendido hoy hasta el fin de la temporada a causa de los incidentes ocurridos ayer durante el partido que el equipo local jugó ante Dock Sud.
Unos 300 barrabravas de Laferrere se enfrentaron a los tiros con la policía fuera del estadio, cuando se jugaban 27 minutos del segundo tiempo y el cotejo estaba igualado 1 a 1.
A raíz de los hechos, resultaron heridos catorce policías, dos de ellos de gravedad, un patrullero incendiado y varios automóviles dañados.
«Los once principales autores de estos episodios están detenidos y fueron enviados a prisión al ser descubiertos con armas de fuego de potente calibre, municiones y otros elementos para el delito», dijo el gobernador Daniel Scioli, quien precisó que «respaldamos a la Justicia para que actúe con un castigo ejemplar».
Destacó también que los detenidos «no sólo intentaron agredir a nuestra policía sino que generaron daños a los trabajadores, a los vecinos del barrio, destruyendo autos y vidrios».
«Tomamos esta decisión, que ya hemos comunicado al presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, Luis Segura, quien nos ha dado su respaldo para proceder, por un lado, a la suspensión de la cancha de Laferrere hasta el final del campeonato y por otro a la detención y el envío a la cárcel de estos 11 individuos», indicó el gobernador.
En este marco, también reclamó que «dada las características de estos episodios, en el Congreso debe darse el debate sobre la tipificación de los barrabravas, para que la Justicia tenga un instrumento adecuado a esta realidad de violentos hinchas que empañan la pasión del fútbol argentino».
«Esta no es la cara de todo el fútbol argentino, vestidos de hinchas llevan a hacer estos desmanes», apuntó Scioli.