Ricardo Lorenzetti abrió hoy el año judicial con un acto en el Palacio de Tribunales ante funcionarios de todas las instancias y fueros e invitados especiales, entre ellos el ministro de Justicia, Julio Alak, y la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
Durante su discurso, el presidente de la Corte Suprema instó a «respetar las instituciones, el Poder Judicial, el Congreso y también la figura presidencial”, y consideró que es «un error» que los magistrados «busquen la popularidad», en lo que pareció ser una alusión a la movilización del 18F.
“Las víctimas no esperan que nos echemos la culpa los unos a los otros. La gente espera reacciones más maduras”, dijo y agregó que esto «significa también que nosotros nos enfoquemos en los procesos y no hagamos de eso disputas de intereses, de poderes, o de cuestiones que son ajenas a la lucha contra la impunidad».
Lorenzetti también respondió a los reproches de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en su discurso del domingo y sostuvo que en 1999 hubo una sentencia por el atentado a la embajada de Israel en la que «se encontró culpable a Hezbollah».
“Nosotros no podemos como tribunal tratar lo que ya es cosa juzgada”, agregó el titular de la Corte.
También admitió que “no es bueno que un Tribunal Oral tenga que decidir si lleva a cabo el juicio de la AMIA o el juicio de Once”, pero aseguró que en ello el máximo tribunal «no tiene ninguna competencia”.
Mientras Lorenzetti hablaba, los familiares de la AMIA decidieron retirarse de la ceremonia por considerarse “maltratados”
A través de la red social Twitter, la agrupación Memoria Activa explicó que “fuimos y nos mandaron a un patio. Ese es el lugar que le dan a causa AMIA».