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Del total de la inversión, $ 19.300 millones se destinarán a construcción individual de viviendas y $ 16.700 millones a desarrollos urbanísticos que implicarán una suba del 9,7% para el sector de la construcción, un 3,5% para explotación de minas y canteras, un 2,1% para la actividad de inmobiliarias y un 1,9% para la industria manufacturera.
Por ejemplo, se demandarán 1,8 millones de toneladas de cemento, 190 millones de ladrillos, 37.500 toneladas de acero y 1,7 millones de metros cúbicos de hormigón. El volumen de esta demanda implica un impulso fundamental para una industria que necesita una tracción de esa magnitud para reactivarse y que por su naturaleza tiene una amplia variedad de efectos indirectos sobre otros sectores.
Esta información fue elaborada por el Ministerio de Economía y presentada ayer durante la conferencia de prensa que el ministro Axel Kicillof dio en el microcine del Palacio de Hacienda. Diego Bossio, titular de la ANSES, estuvo junto al jefe de la cartera económica y señaló que ya hay 101.015 viviendas en marcha, con 76.243 créditos asignados a familias; 33.772 a viviendas en desarrollo y 30.463 obras finalizadas. Además subrayó que en el primer trimestre aumentó un 16% el comienzo de obras en comparación interanual.