Al conocer el esperado veredicto para aplicarle la ley Severino, que prohíbe permanecer en la cámara alta a personas con condenas confirmadas de más de dos años de cárcel, el exjefe de Gobierno asistió a un manifestación convocada frente a su residencia.
Berlusconi consideró un luto para la democracia la decisión de la mayoría de los senadores de dejarlo fuera del referido órgano, al cual accedió tras los comicios adelantados de febrero pasado, convocados luego de la caída del gabinete tecnócrata de Mario Monti.
Precisamente, la salida del gabinete de Monti fue consecuencia de un anuncio del magnate mediático en diciembre de 2012 sobre la retirada del apoyo de su agrupación Partido Pueblo de la Libertad al ejecutivo formado en noviembre del año anterior.
La víspera, cuando era casi evidente una votación a favor de su expulsión del Senado, Berlusconi anunció que pasaba a la oposición junto a su resucitada Forza Italia, con la cual irrumpió en la política en 1994.
Para Berlusconi, la oposición esta lejos de ganar la batalla en su contra y nuevamente arremetió contra los magistrados, a quienes acusó de fabricar procesos judiciales dirigidos a eliminar a una persona con más de 20 años en la política activa.
Con la salida del Senado, el multimillonario de 77 años pierde su inmunidad y queda a merced de al menos otros dos procesos en los tribunales: uno por incitar a la prostitución infantil y abuso de poder y otro por sobornar a un senador para derrocar al Gobierno.