Griselda González, madre de la joven Araceli Ramos, dijo que «ver a una hija en la morgue no se lo deseo a ninguna madre, tenía los pies y las manos atadas con un alambre».
“Fue lo más horrible que vi en mi vida, pero no me va a derrumbar, eso me dio más fuerzas”, aseguró la mujer esta tarde desde la puerta de su casa, en la localidad de Loma Hermosa, partido de Tres de Febrero.
González habló con los medios luego de reconocer el cuerpo de su hija en la Morgue Policial de La Matanza y afirmó que el ex prefecto detenido, Walter Vinader “es el culpable”.
“Que se niegue las veces que quiera a declarar, pero las pruebas están sobre la mesa. Están los videos en los que él está con mi hija, están las llamadas, las huellas, está todo”, enumeró y agregó que “no tiene salir que salir de ahí adentro”.
«Yo no voy a parar de luchar. Voy a luchar como una leona hasta que se haga justicia por mi hija. A los medios y a la gente les pido que no me dejen sola, porque yo quiero que esta persona se quede perpetuamente en la cárcel, que no salga más a lastimar a nadie”, dijo desgarrada.
Araceli apareció muerta esta madrugada en Villa Madero. En la primera autopsia se estimó que su asesinato se habría producido «entre una semana y diez días», pero el tiempo puede ser mayor ya que las cuatro bolsas de consorcio en las que la chica estaba envuelta eran «muy resistentes» y pudieron ayudar a su conservación.
La joven fue golpeada y murió de «asfixia por estrangulamiento». A causa del avanzado estado de descomposición del cuerpo, los médicos forenses no pudieron establecer todavía si fue abusaba sexualmente antes del crimen.
Esta tarde, los investigadores del caso intentaban determinar dónde fue asesinada Araceli. Uno de los allanamientos se realizaba en la vivienda situada en Puán al 700 de la localidad bonaerense de Caseros, adonde la joven fue citada para una entrevista laboral el día que desapareció.
El segundo operativo se efectuaba en la casa de Vinader, ubicada en Cañada de Gómez al 2200 en el barrio porteño de Mataderos.
El último allanamiento estaba ordenado en un departamento de la calle Talcahuano al 400, en la zona de los Tribunales porteños, donde vivía otra víctima, Verónica Fernández, cuyo cadáver fue hallado hace 11 meses en la localidad bonaerense de Vicente López.
Mientras la Policía Científica avanzaba en la investigación, familiares, amigos y vecinos de Araceli se concentraban en Loma Hermosa para volver a marchar en reclamo de justicia.