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Por Agustín Espada / Los próximos seis meses –ya casi cinco- serán cruciales en la historia de Independiente, la pelea por el descenso lo encuentra, de cara al inicio del Torneo Final 2013, dentro de los equipos que perderían la categoría en Junio, más allá de tener un partido menos. Fue por esa urgencia de puntos y de resultados inmediatos que tanto el técnico, Américo Rubén Gallego, como el presidente del club, Javier Cantero, coincidieron en la necesidad de contar con los dos refuerzos que podían incorporar antes del inicio de la pretemporada, o en sus primeros días.
En Junio de 2012 y con la posibilidad de incorporar tantos jugadores como necesitara el equipo, la dirigencia no pudo lograr reforzar el equipo antes del inicio del período de preparación para el Torneo Inicial y ese fue el motivo que alegaron el “Tolo” Gallego y su cuerpo técnico por las sucesivas lesiones de sus dirigidos. Por caso, Luciano Leguizamón y Jonathan Santana son considerados como refuerzos para este mercado de pases ya que, habiéndose incorporado hace 6 meses, no pudieron disputar la mayoría de los partidos del equipo.
Con este escenario, los cañones apuntaron rápidamente en la búsqueda de dos posiciones: un enganche y un delantero. La falta de gol y de generación de situaciones fueron los principales problemas a resolver a criterio del entrenador. Por el lado de los inconvenientes defensivos, el “Tolo” se consideró con la capacidad de afianzar a los jugadores que ya se encontraban en el plantel.
De esta forma, por expreso pedido del entrenador, Daniel Montenegro fue el elegido para calzarse la mística camiseta número 10 de Independiente y concretar su cuarto paso por el club de Avellaneda. El ex campeón del Apertura 2002 con el “Rojo” de Gallego, arribó tras quedar libre del América de México y con sus casi 34 años se metió a los hinchas en un bolsillo al confesar que pese a tener otras ofertas –inclusive en Argentina donde Juan Sebastián Verón lo quería para su Estudiantes y se lo nombró en el River de Ramón- decidió con el corazón para darle una mano al club.
El puesto de delantero aún está vacante, aunque en muchas ocasiones pareció tener un nombre puesto las negociaciones nunca llegaron a buen puerto. Algunos casos fueron titulados como “la novela del verano” como los de Martín Cauteruccio –jugador uruguayo de Quilmes que a principios de Enero pareció tener todo acordado con Independiente pero los grupos inversores que llevaban adelante la negociación no lograron colmar las expectativas de Aníbal Fernández, presidente del club cervecero- y Dorlan Pabón. Este último llegó a ser anunciado por el propio Javier Cantero como próximo a firmar un vínculo que lo uniría al club por 6 meses y que al “Rojo” no le costaría más que el sueldo del delantero colombiano que milita en el Parma italiano. Sin embargo, fue el propio jugador el que se encargó de echar por tierra la negociación al negarse a retornar al fútbol sudamericano.
Lo cierto es que a cuatro días de haber finalizado la pretemporada realizada por el plantel el segundo refuerzo tan necesario para alimentar las esperanzas de mantener la categoría aún no llegó, y lo que es peor: parece no estar cerca de llegar. Descartados los nombres de dos ex jugadores del club –Matías Vuoso y Facundo Parra- la dirigencia no descarta volver a insistir por el delantero uruguayo a pesar de ya tener la negativa del presidente de Quilmes.
En lo estrictamente futbolístico, aún son inciertas las recuperaciones físicas de Santana y Leguizamón ya que el primero apenas pudo disputar 20 minutos del amistoso frente a Racing el pasado jueves y el segundo aún no participo en ningún encuentro del tradicional Torneo de Verano que se disputa en Mar del Plata. Sin embargo el equipo ha mostrado signos de recuperación en el partido disputado, con jugadores titulares, frente al clásico rival.
A pesar de la mala imagen dejada por el equipo suplente en el primer amistoso veraniego frente a los suplentes de River, el partido frente a Racing dejó la esperanza de un cambio en la ambición y el volumen de juego del equipo. Con un “Rolfi” Montenegro haciéndose cargo del equipo y generando situaciones de gol, sumado al ritmo que le imprimió Fabián Vargas adueñándose de la mitad de la cancha para distribuir el juego, la segunda función del Independiente de Gallego 2013 generó entusiasmo y sorpresa al superar futbolísticamente a uno de los animadores del pasado torneo.
Con todo esto, las esperanzas están puestas en la mano del “Tolo” para enderezar el rumbo futbolístico del equipo pero también en la posibilidad, y urgencia, de incorporar un delantero que brinde la posibilidad de recambio que el equipo hoy no posee, sobre todo en la posición de Ernesto “el Tecla” Farías, quien este semestre no podrá ni resfriarse.