Por Agustín Espada / Cuando la Bombonera rugió en la última fecha del Torneo Inicial 2012, pidió por la cabeza de Julio César Falcioni y la llegada de Carlos Bianchi, los dirigentes no dudaron en cambiar el rumbo del barco comandado por Daniel Angelici e ir en búsqueda del técnico más ganador en la historia del club de la Ribera. En su pedido, la gente escondía el deseo de cortar no sólo con la siesta del Virrey sino también con la del último ídolo dentro del campo: Juan Román Riquelme.
Luego de semanas de negociaciones, el primer retorno se concretó mientras que el segundo, cuando todos lo daban como descontada tras la vuelta del histórico entrenador y amigo del “10”, no pudo concretarse por un respeto de “Román” hacia sus propias palabras –otras versiones cuentan que la verdadera causa de la negativa fue la diferencia económica existente a la hora de negociar su contrato-.
Lo cierto es que Carlos Bianchi se encuentra hace más de diez días junta a su plantel internado en las sierras de Tandil preparando lo que será un semestre que incluye el Torneo Final, la Copa Argentina y la Copa Libertadores, nada más ni nada menos. En esta pretemporada que termina el día 19 de enero, el técnico Xeneize tiene un objetivo claro: generar la mentalidad ganadora que sus equipos tuvieron en ambos pasos anteriores -1998 al 2001 y 2003 al 2004-.
Con la negativa de Juan Román Riquelme confirmada los cañones apuntaron a la contratación de Juan Manuel Martínez –futbolista del Corinthians de San Pablo de pasado en Vélez Sarsfield, entre otros- y luego de competir y superar la oferta de San Lorenzo, el Virrey obtuvo la joya del mercado de pases. Será muy importante en el equipo la presencia del “Burrito” ya que conoce de memoria a su compañero de ataque. Con Santiago Silva conformaron la delantera de Vélez que lograra el título local en 2011.
Los otros dos cupos para reforzar el equipo fueron ocupados por dos protagonistas del descenso de River en 2010 a manos de Belgrano de Córdoba: Claudio “Chiqui” Pérez y Ribair Rodríguez. Tras caerse varias opciones para reforzar la zaga central – Daniel “Cata” Díaz y Paulo Da Silva, entre otros- Carlos Bianchi eligió al “Chiqui” para reemplazar a Rolando Schiavi por su similitud no sólo a la hora de patear penales, sino también en su juego aéreo y su capacidad goleadora.
Por el lado del uruguayo Rodríguez, la posibilidad concreta surgió luego de que quedaran truncas las negociaciones para lograr el regreso al club de Fernando Gago. La polifuncionalidad del mediocampista proveniente del Siena de Italia es una de las características que fueron determinantes a la hora de contar con el visto bueno del entrenador.
Mas allá de las incorporaciones que pudieran realizarse para jerarquizar al plantel y volver a la carga por la tan ansiada Copa Libertadores, la principal tarea a realizar por el técnico en este nuevo Boca será la de levantar el nivel de algunos jugadores que se encuentran por debajo del rendimiento esperado. Lucas Viatri, Leandro Somoza, Matías Caruzzo, Clemente Rodríguez y Santiago Silva son algunos de los nombres apuntados por Carlos Bianchi para elevar el nivel del equipo. Son jugadores de una indudable jerarquía que fueron pretendidos, en algunos casos, por muchos equipos dentro y fuera del país pero que, por pedido del entrenador se han quedado en el club para formar parte de esta tercera etapa del Virrey.
El caso de Leandro Paredes es quizá al que más atención habrá que prestarle, una figura juvenil que saltó a la primera con excelentes rendimientos en los últimos partidos del ciclo de Falcioni y que es apuntado hasta por el mismo Riquelme como su reemplazante. Con su experiencia en estos casos –Bianchi ha hecho debutar a una gran cantidad de jugadores de las divisiones inferiores en los pasos anteriores- el técnico tendrá la difícil tarea de lograr que confirme todo lo que insinuó en sus primeras apariciones.
En el horizonte asoma un interrogante para el futuro próximo de Boca: ¿podrá repetir todos los logros anteriormente conseguidos sin la presencia de los principales referentes de aquella etapa? Con Martín Palermo y Sebastián Battaglia – decidió dejar de pelear contra una lesión que lo mantendría fuera de las canchas por tiempo indefinido y no lo dejaba entrenar con normalidad hace más de un año- retirados del fútbol, Juan Román Riquelme alejado del club y Rolando Schiavi en el fútbol de China, el equipo parece haber quedado huérfano de ídolos.
A pesar de la falta de “históricos” algunos jugadores como Pablo Ledesma, Leandro Somoza, Guillermo Burdisso o el mismo Agustín Orión parecen estar en condiciones de asumir esa responsabilidad a pesar de no contar con el apoyo incondicional de los hinchas.
El 2013 recién comienza pero Bianchi está trabajando desde el arranque para poder repetir el pasado y responder a las expectativas que en él depositaron los hinchas cuando decidieron echar a Julio César Falcioni en el “Bombonerazo”. El prólogo del tercer ciclo está escrito, el resto no.