Tras vetar la ley de expropiación que garantizaba el funcionamiento de Acoplados del Oeste (ADO), la gobernadora bonaerense expulsó por la fuerza a los trabajadores de la cooperativa. Sus efectivos actuaron sin identificación.
A dos días de haber prometido más de 50 mil puestos de trabajo durante su discurso ante la Asamblea Legislativa, la gobernadora María Eugenia Vidal se despertó con ganas de destruir 120 empleos y desplegó en Merlo un desmedido operativo policial con apoyo de Gendarmería.
Unos 600 efectivos desalojaron esta mañana la fábrica recuperada Acoplados del Oeste (ADO), ubicada a la altura del kilómetro 32 de la ruta 200, donde los trabajadores afectados se manifestaban con un corte en rechazo a la medida.
ADO se encontraba funcionando bajo gestión obrera desde agosto de 2015, luego del vaciamiento de la firma Pedro Petinari e Hijo S.A. y una deuda que superaba los 50 millones de pesos entre salarios, aguinaldo y aportes.
Los trabajadores formaron una cooperativa y consiguieron una ley de expropiación que fue aprobada en la Legislatura bonaerense. La norma les garantizaba seguir dedicándose a la fabricación de acoplados, carrocerías volcadoras, semirremolques, bateas, contenedores y repuestos en general, además de preservar todas las fuentes de trabajo.
Sin embargo, a pocos meses de asumir como gobernadora, Vidal vetó esta y otras leyes de expropiación que habían contado incluso con el apoyo del bloque del PRO.
Miguel Funes, uno de los legisladores del Frente para la Victoria (FpV) que presentó el proyecto de ley que favorecía a los trabajadores de ADO, repudió la decisión de la mandataria y denunció que no había “ningún uniformado identificado” durante el desalojo.